Acerca de Victoria Sánchez Mújica
Psicóloga de la salud y psicoterapeuta familiar y de pareja. CA - 00818.
A nivel profesional, he participado en proyectos psicosociales de fundaciones y organizaciones, siempre atendiendo los intereses de colectivos como las personas con discapacidad, menores en riesgo social o familias en conflicto. He colaborado con la administración pública en servicios de intervención familiar y víctimas de violencia. También he desarrollado mi profesión desde la práctica privada, como psicoterapeuta y como formadora. En los últimos años, me he centrado en la atención a la persona y la familia, a través de una intervención socio-sanitaria y terapéutica, además de investigar en torno al padecimiento de las enfermedades crónicas. Actualmente dirijo la iniciativa “ Proyecto Acompasados” Atención psicológica - Intervención familiar, Enfermedades Crónicas.
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
El pasado viernes ofrecí una charla sobre «Los conflictos personales y nuestra implicación». Abordamos varios temas, gracias a las aportaciones de los asistentes y de sus preguntas. Me parece reseñable resumir algunos de ellos aquí. Como por ejemplo cómo entendemos los conflictos interpersonales.
» Las personas construyen su mundo personal
mediante su interpretación de los acontecimientos.» Kelly.
CONFLICTO es un choque entre diferentes necesidades o ideas, intereses contrapuestos que son confrontados. Pero además, son inevitables, forman parte de nuestra vida, una gran fuente de aprendizaje. Implican cambios, mejoras. No son ni negativos ni positivos, dependen de cómo sean manejados.
Desde la superficie, lo que cada uno aprecia de los conflictos en los que está inmerso son aspectos como la posición de cada implicado, las justificaciones o argumentos expuestos o las expresiones. Pero que hay debajo… ???
A la hora de analizar la situación, de estudiar nuestra percepción y de tratar de vislumbrar opciones, alternativas o posibles soluciones, hemos de tener claro qué está bajo nuestro control y qué aspectos no lo están.
En muchas ocasiones el detonante que hace visible las diferencias de intereses entre dos personas, es sentir la frustración o irritación (de una de las partes), experimentadas en una conversación con el «otro», al haber sentido la necesidad de que lo escucharan o al no haberse cumplido sus expectativas. Cómo percibimos los conflictos, la subjetividad, las fallas en la comunicación, las presiones internas y externas, las diferencias de caracteres o de historias vitales, o las necesidades instisfechas son fuentes importantes para que salgan a la luz conflictos, para que se manifiesten diferencias latentes entre dos personas.
Pasos a seguir ante un conflicto:
A) a.1.- Reconocer y aceptar lo que nosotros sentimos.
a.2.- Respetar las emociones de los demás. Detrás de las emociones hay necesidades no satisfechas de todo los implicados en el conflicto, y hemos de tener en cuenta que las necesidades de los seres humanos seres comunes.
B) Qué pienso en esos momentos de tensión, tras los enfrentamientos o discusiones. Qué pensamientos genero ante las dificultades.
b.1.- «yo tengo la culpa».
b.2.- «la culpa la tiene el otro». (por ejemplo).
C) Dejar de buscar culpables en el conflicto y expresar: qué he vivido, cómo me he sentido, cómo lo interpreto y qué me hubiese gustado que pasara (con propuestas para el futuro). Hemos de describir nuestro estado emocional y mental en el conflicto para después tratar de resolverlo, sin hablar desde el enfado o la rabia, y para lograr, además, escuchar al otro activamente.
» Tres cuartas partes de los infortunios y malentendidos del mundo,
desaparecerían si nos pusiéramos en la piel de nuestros adversarios
y comprendiésemos su punto de vista.» M. Gandhi.
Victoria Sánchez Mújica
Psicóloga – Psicoterapeuta
Responsable de proyecto
Publicado:21 marzo, 2017 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
Muchos son los conflictos a los que nos enfrentamos en nuestro día a día, que buscamos resolver. Algunos se instalan en nuestra mente y no podemos dejar de darles vueltas sin aportar solución alguna. A raíz de otros se provocan desequilibrios en las relaciones personales, malestar, rabia, tristeza, enfado… Algunos de los citados conflictos podrán ser resueltos y otros no, pero todos conllevan un proceso de aprendizaje que nos ayudará a evolucionar como personas.
Antes de enfrentarnos a un conflicto conviene saber qué sentimos, identificar nuestras emociones, hacer una lectura desde los diferentes puntos de vista, objetivamente, sin buscar culpables, entender a quién o quiénes afecta y buscar alternativas, motivos para el acuerdo, propiciando situaciones óptimas para todos los implicados (amigos, pareja, familia, compañeros) dependiendo del ámbito en el que se ha desarrollado ese conflicto puntual. Tengamos en cuenta que los resultados de nuestros conflictos más personales nos pueden afectar seriamente, minando la autoestima, provocando inseguridad, pérdida de relaciones personales, ansiedad, estrés, estados mentales de confusión o victimismo,…y un largo etcétera.
Algunas de las claves son: la confianza en uno mismo, la capacidad de análisis, las habilidades sociales, la gestión emocional, la comunicación con los otros, o entender otros puntos de vista. Todas ellas herramientas a aprender, a entrenar, a fomentar.
A propósito de este tema os invito a asistir y participar en la charla gratuita que ofreceré el viernes 17 de marzo a las 20.30h en C/Isaac Peral 4, bajo (Centro Espacio Raíces) Santander. Aforo limitado.
«Resolución de conflictos personales»
En ese espacio tendremos la oportunidad de hablar sobre nuestra implicación en los conflictos más personales, más cercanos (de pareja, amistades, en la familia, en el ámbito laboral o incluso con uno mismo), aprendiendo a ver cómo nos afectan, qué aportamos nosotros, con qué actitud los afrontamos y qué podemos hacer para resolverlos. Entendiendo, qué elementos están bajo nuestro control comenzando esos cambios desde el “yo” para llegar a “los demás”.
Siendo los protagonistas en un proceso de construcción,
en un proceso de cambio.
Victoria Sánchez Mújica
Psicóloga sanitaria Ca-00818
Psicoterapeuta familiar y de pareja
Publicado:7 marzo, 2017 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
«Se vive una situación de estrés cuando una persona PERCIBE las demandas de su entorno y los RETOS que le vienen impuestos o que ella misma se ha AUTOIMPUESTO, superan su capacidad para poder afrontarlos con éxito percibiendo como única alternativa, que dicha situación es INCONTROLABLE, poniendo en peligro su estabilidad física o psicológica».
Con esta definifión comenzó la charla de ayer, cuyo título llevaba la palabra aprender, por su carácter práctico e intriductorio, al tema del estrés y cómo lo vivimos o sentimos.
Tengamos en cuenta que ante una situación amenzante, de peligro, de tensión o preocupació somos nosotros los que lo valoramos con esos criterios, o lo percibimos como más llevadero, liviano, sin importancia,… Es por esta razón, que PODEMOS aprender a gestionar el estrés, porque depende de nosotros y de nuestra manera de entender lo que sucede a nuestro alrededor. (Salvo aquellas situaciones cuya reacción de estrés es inevitable, aunque en ellas también podríamos trabajar suavizando nuestra manera de tomarnos las cosas).
«Lo que nos altera no son las cosas en sí, sino lo que pensamos de ellas».
Las dos claves a tener en cuenta en los procesos de estrés:
1) Informarse. Investigar, buscar información (de fuentes fiable, fidedignas, de profesionales de la salud) acerca de la temática. Nos clarifica qué es el estrés, cuáles son las señales de alerta a las que prestar atención, acabar con las leyendas urbanas que negativizan nuestras reacciones psicofisiológicas, la sobreactivación corporal (entre otros aspectos).
2) Auto-observación: Prestar una especial atención a cómo pensamos , sentimos o vivimos. Nos dará pistas para averiguar en qué situaciones nos afecta el estrés, o cómo percibimos una amenaza, qué capacidades creemos tener o cuál es nuestra manera de afrontarlo. a partir de ahí existen diferentes técnicas y estrategias que podemos aprender para gestionar el estrés.
Tópico muy extendido y abordado en la charla de ayer: «El estrés es malo, nos perjudica y debemos evitarlo.» Debe existir un equilibrio entre la ausencia y el exceso de tensiones, de la misma manera que debe existir entre el descanso y la actividad. Es por ejemplo el estrés el responsable de que nos levantemos por la mañana al escuchar el despertador, es un principio de supervivencia. Por ello, no debemos denostarlo.
Como podemos apreciar, las señales de alarma destacadas en la imagen, tienen mucho que ver con nuestra manera de percibir y de entender el mundo que nos rodea, con conductas de rumiación, de exceso de preocupación (no reflexión o resolución de conflictos). Lo que quiere decir, que la respuesta natural del estrés que soporta nuestro cuerpo y que nos beneficia, dura un período de tiempo muy limitado, lo justo para enfentarnos a una situación que consideramos peligrosa y sobrevivir. A partir de ahí, prolongar la tensión, la preocupación, el estado de activación, conlleva consecuencias nefastas para la salud. un claro ejemplo es la siguiente imagen, donde aparecen algunos de los trastornos fuertemente asociados al estrés.
La siguiente imagen nos dio pie para hablar de las pautas más importantes para gestionar el estrés, para reducir su efecto en los casos en los que fuese posible. Los asistentes se sientieron identificados con algunas.
Para finalizar, practicamos un ejercicio breve de relajación que nos sirviera para destensar y centrarnos en el «aquí y el ahora» unos segundos, alejándonos de preocupaciones o situaciones externas.
Como he explicado, en muchas situaciones, el estrés es inevitable, como los nervios ante una entrevista de trabajo o una prueba médica… Pero prevenirlo, puedo resultar más sencillo, si realizamos algunos cambios en nuestro estilo de vida, adoptando una actitud más positiva y resolutiva, hacia las situaciones que tengamos que afrontar.
Como a los asistentes, os dejo las maneras de contactar conmigo por si os surge una duda o precisais información al respecto. Si alguien quisiera profundizar en el tema, recordad que el 1 de febrero comienza un taller online «Gestionando el estrés». Gracias por vuestra atención!!!
Victoria Sánchez Mújica
Psicóloga sanitaria ca-00818
Psicoterapeuta de familia y de pareja
Publicado:20 enero, 2017 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
Las fiestas navideñas, han dado paso, como en años anteriores a momentos de alegría, compartidos, a sonrisas, a sentimientos de pérdida o vulnerabilidad, también a tensiones familiares o a incomodidad… una vorágine emocional que vivimos en unos concurridos días. Es habitual que en consulta aparezcan nuevos conflictos en la pareja o en la familia tras estas vacaciones. La sensibilidad está a flor de piel.
Nos unimos en cenas o comidas en familia, surgiendo instantes de tensión, incomprensión o también sorpresa. A la misma mesa se sientan personas con diferentes experiencias, vidas, mochilas y manera de comunicarse, sentando las bases de una relación simbólica «así pasamos las fiestas en mi casa».
Es por ello, que consulté a través del muro de testimonios, y de varios grupos de pacientes cómo se convive con la enfermedad en estas fechas. ¿Es un handicap añadido? Agradezco enormemente la colaboración de todo@s y de cada un@ de los participantes. Sus respuestas han sido muy significativas, y arrojan luces y sombras de una convivencia a tres bandas en navidad, ellos + la enfermedad + la familia (la de origen , la propia, la política).
¿Cómo nos han afectado, estas fiestas tan señaladas?
Se evidencia en primer lugar, como en otras épocas del año, fatiga, cansancio, falta de energía o apatía. Quizás, más llamativo en unas fechas de traslados, viajes, organización compartida…etc. Es por tanto, un gran tema de preocupación, ante la comprensión/empatía o falta de ello, por el entorno, además de las auto-exigencias y consecuente auto-enfado que muchos pacientes sienten, por tratar de estar a la altura de las circunstancias o esforzarse en marcar un ritmo ajeno. Es frecuente que los objetivos personales en esta época, los familiares, de amistades o las necesidades de autocuidado, no coincidan, por lo que se debe llegar a un consenso. Evitando así frustraciones, una carga de estrés desmesurada, rebajando los miedos y las inseguridades, y manteniendo el control de las situaciones, en la medida de los posible.
La incertidumbre, los cambios, evitar alejarse de la zona de confort, es otra de las problemáticas que nos trasladan los pacientes. No olvidemos que son fechas de salidas, planes, fiestas, comilonas, reuniones (también laborales o entre amigos). Son inumerables presiones, experiencias a vivir desde una zona de incomodidad y dificultad, para bastante personas (no todos los pacientes lo viven y manifiestan de la misma manera). Se mencionan una larga lista de condicionantes según la enfermedad: (estos son algunos ejemplos)
1) alimentación
2) dolores
3) estado de ánimo
4) incomodidad
5) ansiedad
6) estancia en el hospital
etc
Una respuesta bastante común es fingir, no trasladar las dificultades del momento, sentir la pérdida de control en estas fechas al dejarse llevar por planteamientos ajenos. Lo que llaman «poner buena cara y sonreir». Se mezcla a veces, con una amplia gama de preguntas a resolver, pues hay personas que hace tiempo que no nos ven, y la enfermedad puede ser un tema llamativo en las reuniones, sobre todo cuando sale a colación de la alimentación o de un malestar manifiesto.
Otra situación que no quiero dejar sin comentar son las estancias en el hospital, continuas para algunos, episódicas para otros, o más espaciadas para otros muchos. Lo cierto es que al coincidir en estos días tan señalados del calendario, se siente una mayor pérdida, ausencias, alejamiento y retraimiento. Están tintadas por la tristeza y la nostalgia, pero también por la ilusión de las visitas y de los planes de futuro. Un recuerdo muy especial para los que en esta situación os encontreis.
Quizás estemos retomando la incomodidad inicial, pero son muchos los pacientes que hablan abiertamente de sus síntomas, que alaban la comprensión de sus familias y que se sienten adaptados en el día a día. Por ello, aquí recojo diferentes voces y visiones de esta convivencia a tres bandas, sentadas a la mesa del turrón.
Os deseo un buen comienzo de año!!
Feliz 2017!!
Victoria Sánchez Mújica
Psicóloga sanitaria – Psicoterapeuta
Responsable de proyecto
Publicado:3 enero, 2017 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
En estos días estamos viviendo, unas fiestas muy señaladas en el calendario. momentos que para algunos son de reencuentros, de risas, de «comilonas», para otros de preocupaciones, de estrés, de temores. Se nos vienen a la cabeza, fechas anteriores, momentos pasados o incluso no vividos, seres queridos u otras reuniones. Afectos, tristeza, tensiones, enfados…un popurri emocional que suele acompañarnos en estos días que estamos viviendo.
Es por ello, que como cada año, os escribo para haceros llegar mis mejores deseos de salud, prosperidad y disfrute. Espero coleccionéis todos aquellos instantes intensos, bellos, sonrientes, … para que nos acompañen a lo largo del 2017.
¡¡¡FELICES FIESTAS!!!
Publicado:21 diciembre, 2016 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
Fortalecer el equipo de la pareja sentimental es una labor importante y necesaria, para que los afectos perdurén y no nos dejemos llevar por conflictos externos o internos que nos alteren o perturben. En muchas ocasiones no le damos esa necesaria relevancia, y dejamos que pase el tiempo sin dedicar parte a hablar de cómo nos sentimos, cómo nos encontramos, expresar nuestras dudas, gratitud, afecto, o exponer problemas que están sucediendo (completamente normal) en el interior de la pareja, en la relación.
Un conflicto, es algo habitual en las relaciones sociales. Puede empeorar la comunicación o endurecerla durante un período de tiempo, pero también aportará cambios, crecimiento personal y de la pareja, curiosidad, aprendizajes,…etc. La clave del conflicto no sólo es cómo lo resolvemos sino cómo lo encaramos, cómo reaccionamos a las palabras del otro, si las entendemos o nos está pareciendo un ataque. La clave es nuestra actitud, es lo que nos puede llevar a seguir en el conflicto, y no encontrar una solución viable u oportuna para ambos y para la relación.
Ejemplo: Si una persona pasa a mi lado y me pisa. Puedo pensar que ha sido sin querer y que tenía prisa o no me ha visto, o puedo pensar que me ha pisado a conciencia. El conflicto comienza justo después de mi actitud. Si creo que ha sido sin querer puedo indicar a esa persona lo que ha pasado pero elegiré un tono más amable o tolerante. Pero si creo que ha sido a propósito, puede que mi tono sea más beligerante. Por ello, en muchas ocasiones, cómo entiendo algo que ha sucedido, mi actitud y mi reacción, marcarán el conflicto. Consecuentemente hemos de ser conscientes de que existe ese conflicto, tener una buena disposición para resolverlo y mejorar nuestras habilidades comunicativas.
Tengamos en cuenta que en el caso de los conflictos ocasionados en una relación de pareja, las emociones están a flor de piel y la historia común de ambos, las creencias conyugales y de dos personas, aportarán una carga extra a los conflictos que debemos entender y sobre lo que se deberá reflexionar. a veces es importante hacerlo de manera conjunta evitando suposiciones o malos entendedidos, que suelen darse por separado.
Los conflictos conyugales se suelen dar en las siguientes áreas:
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Responsabilidades y toma de decisión: cómo se realiza, quién decide, quién carga con el peso por ejemplo de la casa, de los niños, del ocio, del trabajo externo o mantenimiento del hogar…etc.
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Comunicación: «no me prestas atención», «no me escuchas», son frases que a menudo se escuchan en la consulta. Traen una carga detrás que debemos analizar.
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Intimidad/cambio de hábitos: La pareja cuando convive ha creado un espacio propio, en el que confluyen dos creencias, dos perspectivas, de dos personas que vienen de diferentes familias de origen. Ese es un debate interno que se da muy a menudo.
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Afecto/sexualidad: Las relaciones experimentan una evolución que si traducimos en temperaturas, podríamos ver como el inicio es un caldeamiento, luego una pasión desbordante, para situarse con el transcurrir de los años en una temperatura templada, menos cálida, hasta un posible enfriamiento. Este tipo de cuestiones también son, de hecho, planteadas a menudo por las parejas.
Los motivos por los que estos conflictos se suelen generar con mayor incidencia son etapas de cambio, crisis vitales por las que atraviesa la relación de pareja como toma de decisiones conjuntas en temas prioritarios, situaciones estresantes,… En estos casos podemos citar la inestabilidad laboral o económica, que alguno de los miembros de la pareja padezca una enfermedad, la paternidad o maternidad, así como cambios relevantes en la vida de los hijos (nacimiento, educación, independencia,…etc). En todos los casos citados, y otros en los que cada uno esté pensando, se pone a prueba a este equipo: La pareja. Son diversas pruebas para las que seguramente no estemos preparados. ¿¿¿Qué necesitamos para superarlas???
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habilidades de comunicación
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relación segura
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confianza mutua
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ser capaces de verbalizar y expersar nuestras emociones
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compartir nuestras debilidades y fortalezas
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no desesperar
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querer continuar juntos y afrontar las dificultades unidos
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grandes dosis de motivación
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habilidades resolutivas
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dialogar
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respetar el espacio del otro
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evitar culpas o reproches
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hablar sobre la relación
-
que los momentos positivos ganen fuerza y peso en la relación
Otro dato que se puede aportar es cómo el paso del tiempo en cuestión de conflictos no es un gran aliado, pues incrementa por momentos y por etapas las dimensiones y la gravedad de los problemas. Pasando de una ligera incomodidad, con sospecha de que algo sucede, pasando por un tono de malestar en el que no sabemos cuál es el problema pero empieza a afectarnos, hasta transcurrir por las tensiones, y alcanzar el punto crítico de crisis. En cada escalón es más necesaria la ayuda profesional y se cuenta con más dificultades en su resolución.
Publicado:17 noviembre, 2016 | Comentarios: 0