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Al compás de mi salud …

   

  Proyecto Acompasados nace, de la necesidad de un nuevo modelo de atención y orientación a personas que padecen una dolencia crónica, así como a su entorno inmediato, mejorando la calidad de vida de pacientes y familiares o allegados.

 

   La persona recibe la noticia devastadora que supondrá múltiples cambios en su vida al ser diagnosticado. Padece una enfermedad crónica. El primer paso es que la persona entienda y acepte esta transición vital. La enfermedad supondrá una nueva pareja de baile. Las melodías serán diversas a lo largo del período de afectación, pero deberán proseguir el camino juntos, Acompasados. Surgirán rabia, impotencia, negación, o síntomas depresivos, que precederán a un segundo momento en la asimilación de la enfermedad, el de la convivencia a medio y largo plazo, donde aparecerá la preocupación, el miedo, o los innumerables cambios. Son, por tanto, repercusiones psicológicas sobre las que actuaremos. La clave es la Atención Integral mostrando interés por las personas afectadas en primeras personas, sus allegados, su entorno laboral y los profesionales de la salud que lo atienden.

 

   Algunos ejemplos, mostrarán en qué casos podemos actuar y apoyar a los enfermos: Diabetes, Cardiopatías, Enfermedades raras, Cáncer, Fibrosis Quística u otras afectaciones del sistema respiratorio, Fibromialgia, osteoporosis, artritis, Colitis Ulcerosa y enfermedad de Crohn, Enfermedad renal, Obesidad mórbida, Hipertensión arterial, alteraciones de la piel, como la psoriasis,… y un largo etcétera. Es evidente que cada una de ellas, tiene un curso diferente, pero tienen puntos en común, como, el elemento de cronicidad, un tratamiento de por vida, o la incertidumbre de su evolución. Cada uno de los afectados convive día a día con su dolencia, con su malestar físico y emocional.

 

“   Una enfermedad, no sólo se compone de una serie de síntomas, una consecución de pruebas. No se señala a través de un diagnóstico, ni se afronta sumergiéndose en un tratamiento farmacológico exclusivamente. Debemos de entender los procesos que vive cada persona, las fases por la que pasa, su recorrido, su impacto emocional y social, cómo le influye padecer una enfermedad. Como profesional presto atención a cada dolencia y a cada familia. Es importante destacar las necesidades de las personas a las que se trata. Cada afectación va unida a una experiencia, a unos sentimientos, a unas expectativas,… que deberemos de conocer, pues el objetivo último es mejorar la calidad de vida de las personas que padecen una enfermedad crónica, y la de sus allegados.        

 

    Se observa, por tanto, una necesidad de visibilizar los síntomas psicológicos y la afectación emocional que provocan estas dolencias. Mi práctica profesional, a raíz de investigaciones recientes y mis propias experiencias vividas, me han guiado hasta esta realidad creciente, a la que nos enfrentamos cientos de pacientes cada año. Esta confluencia de experiencias me ha permitido crear unos talleres que harán más sencillo el acoplamiento con los síntomas, con el malestar, a través de la complicidad entre pacientes. Se busca la mejora en la calidad de vida, alejar los estigmas de nuestras vidas, dar su lugar a dolencias no reconocidas como paralizantes, complejas, o críticas en la vida de los pacientes. Los talleres de convivencia persiguen unos objetivos que complementan el tratamiento farmacológico y las indicaciones médicas, pero sin olvidar nuestro papel protagonista «como pacientes, como personas que piensan, sienten y actúan».

 

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