Acerca de Victoria Sánchez Mújica
Psicóloga de la salud y psicoterapeuta familiar y de pareja. CA - 00818.
A nivel profesional, he participado en proyectos psicosociales de fundaciones y organizaciones, siempre atendiendo los intereses de colectivos como las personas con discapacidad, menores en riesgo social o familias en conflicto. He colaborado con la administración pública en servicios de intervención familiar y víctimas de violencia. También he desarrollado mi profesión desde la práctica privada, como psicoterapeuta y como formadora. En los últimos años, me he centrado en la atención a la persona y la familia, a través de una intervención socio-sanitaria y terapéutica, además de investigar en torno al padecimiento de las enfermedades crónicas. Actualmente dirijo la iniciativa “ Proyecto Acompasados” Atención psicológica - Intervención familiar, Enfermedades Crónicas.
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
Queridos compañer@s:
Hemos comenzado un nuevo capítulo en nuestras vidas, un nuevo año. Como en anteriores ocasiones me dispongo a hacer una lista de propósitos para esta nueva andadura, pero ¿he cumplido con los del año anterior, o quedaron en vanos deseos?
Siempre que finaliza una etapa hago balances de éxitos logrados e intentos fallidos, repaso la singladura y anoto qué me ha restado por hacer. Es una tarea que me ayuda a ver con perspectiva y analizar mis vivencias.
Reiteradamente aparece la enfermedad entre mis deseos, entre mis recuerdos, entre mis sentimientos…
Eso sí, creo que muchas veces mis propósitos se han alejado de la realidad y por ello, luego me es difícil o escasamente voluntarioso darles cumplimiento. Por lo que este año, quisiera hacer una propuesta común, con todos vosotr@s o con los que queráis participar.
En 2016, quiero proponeros que tratemos nuestro estado de salud como una circunstancia, como un acontecimiento vital que nos acompaña, pero que no es el principio y el fin de nuestras vidas.
Mis mejores deseos y propósitos irán destinados, por tanto, a seguir esforzándome e implicándome, a procurar ser una paciente activa, que toma decisiones, que piensa y siente, que se informa y trata de aportar a los demás pacientes, su granito de arena.
Este 2016, me gustaría que continuase siendo una etapa de cooperación entre pacientes, de ayuda mutua, de grupos, de asociacionismo, de iniciativas de compañeros, de vuestro gran momento… creo que con todo ello, mejorará nuestra salud, nuestra calidad de vida, por nosotros mismos, sin tener que pedirlo a este nuevo año 2016, sino como un propósito conjunto.
Feliz Nueva Aventura!
Publicado:3 enero, 2016 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
Ya han llegado, unas fechas muy señaladas en el calendario. Unas fechas familiares, de celebración y reencuentros. Aunque ansiamos estar con los nuestros y disfrutar, no simpre lo conseguimos tal y como nos gustaría. Las copiosas comidas, las reuniones en hogares ajenos, los viajes, el clima invernal, … pueden ser factores que nos alteren, sintiendo que la enfermedad es un lastre y nos impide compartir estas fechas. Pero por otro lado, y siempre destacando los aspectos positivos, la vida familiar, las relaciones sociales, nuestros seres queridos, son un factor de protección o como siempre se dijo «la mejor de las medicinas».
¿Quién es vuestra medicina particular? ¿Con quién compartireis estas fechas?
Desde aquí os deseo unas felices fiestas, os deseo energía y ánimo para poder disfrutar como os gustaría y compartir esos momentos tan especiales con vuestras particulares medicina. Y mucha salud para el nuevo año!!
FELICES FIESTAS
Publicado:13 diciembre, 2015 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
Los test son un herramienta útil y sencilla que nos revelan aspectos sobre nosotros mismos, pues miden nuestras conductas dependiendo de lo que respondamos en situaciones cotidianas. Contesta con sinceridad a las siguientes preguntas. Al finalizar te muestro cómo se puntúan las respuestas. Hoy el tema es…
¿TE PERMITES TENER ILUSIONES? — ¿Te permites de vez en cuando autoengaños o significa esto un signo de inmadurez?
Responde <<sí>> o <<no>> a las siguientes frases. No hay respuestas malas, sólo se trata de una prueba que nos dirá unas frases sobre cómo nos comportamos.
1. Siempre se debe advertir a un enfermo sobre los peligros que corre. Sí □ No □
2. A veces no abro los sobres que me llegan del banco. Sí □ No □
3. Miro con cierta distancia las imágenes de guerra que aparecen
en la televisión. Sí □ No □
4. Me agobia ver a mendigos y gente sin hogar. Sí □ No □
5. Cuando dos personas se aman, deben mostrarlo a los demás
e incluso besarse en plena calle. Sí □ No □
6. Cada fumador debería mirar cada día imágenes de un pulmón
enfermo de cáncer. Sí □ No □
7. Si la televisión mostrara cada día imágenes de niños hambrientos,
se haría mucho más por ellos. Sí □ No □
8. Boicotearía los productos y servicios que se anuncian con sexo. Sí □ No □
9. Encuentro muy desagradable que hoy en día se lleven anillos
mostrando que se proceda de una familia noble. Sí □ No □
10. Sólo puede sobrevivir quien asume el dolor que conlleva
la vida. Sí □ No □
11. Siempre me fijo en si la gente va correctamente vestida. Sí □ No □
12. Una persona adulta debe soportar la visión de un accidente con
heridas graves. Sí □ No □
13. Deberían estar prohibidos los anuncios publicitarios con niños. Sí □ No □
14. Si se mira con detalle, maquillarse y cuidarse es una forma de
falsedad. La gente debe mostrar a los demás su auténtico rostro
y no una fachada. Sí □ No □
15. Es una buena señal que las personas se encuentren más
hermosas de lo que en realidad son. Sí □ No □
Corrección de las frases:
Suma 1 punto por cada <<sí>> respondido en las preguntas 2, 4, 8, 9, 13, 15 y por cada <<no>> en las preguntas 1, 3, 5, 6, 7, 10, 11, 12 y 14.
Y ahora, comprueba el resultado de la puntuación obtenida en el siguiente apartado.
Valoración de los puntos conseguidos en el test:
-
Menos de 8 puntos: Eres un realista de cabo a rabo. Para ti sólo son válidos los hechos y no tienes en absoluto buena opinión de la persona que vive con esperanzas y fantasías. Consideras que las ilusiones son infantiles. Según tu opinión, quien ha madurado y quiere tener éxito en la vida debe apartar la vista de todo lo que no sean hechos. La mayoría de las veces esta actitud puede resultar buena. Pero te iría aún mejor si conocieras en profundidad tus propios deseos y sueños y los tomaras más en serio, porque la razón no es la única que nos dice a dónde queremos ir en la vida.
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Entre 8 y 12 puntos: Vas por la vida con los ojos abiertos y una brillante razón. Ves todos los hechos con tus propios ojos, no te engañas a ti mismo y tampoco nadie te puede engañar. Pero en el fondo eres, sin quererlo, bastante realista. Serías más feliz si no mirases el mundo sólo como la realidad que es sino si también te pudieras imaginar un mundo mejor en el que todo fuera más fácil y bonito para las personas. Y como piensas que este tipo de mundo es más propio de los soñadores que de los realistas, sólo estás predispuesto a ver el lado malo de las personas y pierdes de vista su parte buena.
-
Más de 12 puntos: Muestras empatía y comprensión por los demás. Te apenas ante la vida y para ti es más difícil soportar el dolor que nos rodea que para la mayoría de personas, lo que hace que a menudo parezcas como ausente. Por eso te encuentras tan a gusto en tus fantasías como en la realidad. Y nadie te puede hacer cambiar de actitud. La energía y la vitalidad no provienen de la razón sino de << lo más profundo>>, allí donde nunca aparecen pensamientos sino que reina la fantasía.
Espero que os haya gustado este test.
Feliz semana!
Publicado:30 noviembre, 2015 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
La pasada semana tuve el placer de ofrecer una charla sobre «El buen uso de los medicamentos», dentro del proyecto de la asociación AMESPA. Lograr un uso racional de los fármacos y estudiar las posibilidades no farmacológicas es una preocupación hoy día, como señala la OMS. Para todos aquellos que no pudisteis asistir, os resumiré los contenidos.
En primer lugar, pusimos el foco de atención sobre «cuándo ultilizar medicamentos» — Únicamente cuando un profesional de la salud, un médico así nos lo prescriba ya sea tras un diagnóstico y comienzo de un tratamiento o como medida preventiva o evaluación. Si fuesen síntomas menores, deberíamos solicitar la ayuda a un farmacéutico, teniendo en cuenta que si tras varios días los síntomas no hubiesen mejorado, deberíamos de acudir al médico. Esta sería la premisa principal.
Hablamos de los riesgos que conlleva un mal uso y de las pautas a seguir, de los factores que nos protegen de los síntomas o de la enfermedad. A continuación muestro unas imágenes de la prsentación.
Pautas a seguir con los medicamentos
Factores de protección ante la enfermedad
Riesgos de un mal us de los medicamentos
Otro dato importante a tener en cuenta, es que tendemos a buscar fuera las soluciones, cuando en muchas ocasiones, las podemos tener nosotros. mismos. Por ello, es tan importante potenciar nuestros recursos, la actitud ante los problemas, implicarnos en nuestro estado de salud.
Las emociones son muy necesarias, nos ayudan a comunicarnos, a relacionarnos, a expresar lo que sentimos, incluso potenciando nuestra memoria gracias a la evocación… son un elemento de supervivencia. Aunque sean negativas, como el enfado, la tristeza, o el miedo, es necesario entenderlas y sentirlas. Transformamos situaciones normales en patológicas. Medicalizamos la existencia, determinadas conductas o cambios en nuesra vida, generando enfermedades a partir de situaciones tratables. Mostramos algunos ejemplos, aunque lo importante es pensar en nuestra salud a largo plazo y desarrollar actitudes responsables.
Alternativas no farmacológicas – Terpias
Conclusiones: La persona, como paciente, es una pieza fundamental en su estado de salud. La OMS nos indica «l información y educación en salud implica automedicación responsable, incrementando la autonomía y responsabilidad de las personas en el cuidado de su salud»,
El paciente activo
Publicado:30 noviembre, 2015 | Comentarios: 0
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
El riesgo de depresión es mayor en personas que padecen una enfermedad crónica autoinmune. Esta frase que leí hace unos días, hizo que me decantase por este tema. Un tema aún incierto para muchos pacientes que no saben cómo deben actuar o a qué se deben esos síntomas que notan, como la debilidad, la fatiga, negatividad, desmotivación… y que afectan directamente al curso de la enfermedad y al sistema inmunitario, provocando un déficit.
La depresión es un trastorno emocional y algunas de sus caraterísticas son alteraciones en el estado anímico, tristeza, pérdida de autoestima, inhibición, fatiga, problemas de sueño o de apetito, pensamientos negativos, sensación de irritabilidad o susceptibilidad,… entre otras. Dichas características anidan en nuestra vida diaria e impiden que nos desarrollemos con normalidad, dejando de salir con las amistades, aislándonos, perdiendo las ganas de hacer lo que antes nos encantaba, no siendo capaces de concentrarnos o prestar atención ni a nosotros ni a los que nos rodean.
La enfermedad conlleva síntomas físicos, psicológicos y sociales. Los tres influyen en la evolución, manifestaciones, pronóstico, estando íntimamente relacionados. Lo cual nos da una idea de a qué nos enfrentamos cuando enfermamos. Podemos hablar de alteraciones en el estado de ánimo, a nivel emocional, pero también consecuencias en el campo de las relaciones, en el ámbito laboral o conyugal… Cuesta hacerse a la idea de que la enfermedad está en nuestras vidas, y abarca todos los aspectos que nos componen. Dependiendo de nuestra edad, la enfermedad, el entorno que nos rodea, el trato con el equipo médico o el apoyo social que recibamos la experiencia será variable, sintiendo ansiedad debido al miedo, a la incertidumbre, o ante las dudas… o experimentando síntomas depresivos o problemas a la hora de adaptarnos a una nueva situación qn la que carecemos de un estado de salud pleno.
1º Destapando Falsedades:
– Son síntomas propios de padecer una enfermedad y no tienen nada que ver con la depresión. La causa es la enfermedad y no la depresión. FALSO. Los síntomas depresivos serán efectos secundarios de nuestras reacciones emocionales hacia esta nueva vivencia, la enfermedad.
– Es normal sentirse deprimido al padecer una enfermedad crónica y hay que vivir con ello, pues forma parte de lo que hemos de sentir. FALSO. Hemos de relatar al equipo médico cómo nos sentimos y solicitar asesoramiento psicológico, pues se puede actuar sobre esos síntomas.
– Sentirse deprimido implica padecer depresión. Síntoma y enfermedad son los mismo. FALSO. En ocasiones se confunde la tristeza, o síntomas depresivos (desmotivación o negatividad) con un trastorno psiquiátrico como es la depresión.
Lo que sí es habitual es sentir miedo, sentirse vulnerable ante experiencias como la cronicidad, temores de que se repitan sucesos dolorosos, o incluso cercanos a la muerte. Que aumente nuestra respuesta ansiosa ante un cambio de tratamiento o incluso que optemos por un actitud rebelde debido a los escasos resultados positivos que se nos ofrecen. Nuestra cabeza dará mil vueltas acerca de las causas, del tratamiento, cómo afrontarlo, cómo me verán los demás,… Pero el hecho de que sea una respuesta de la mayoría, no quiere decir, que no necesitemos un respaldo bien mullido para recostarnos y descansar. El mejor factor de protección ante síntomas como los destacados anteriormente son la familia, los amigos, la pareja,… el afecto y atención que nos puedan brindar.
La prevalencia de la ansiedad o depresión entre enfermos crónicos va en aumento. y no debemos de olvidar que influyen negativamente en la evolución y sintomatología de la dolencia, generándonos por otro lado, incapacidades en nuestras relaciones sociales, afectando a la calidad de vida diaria. El hecho de hablar de lo que nos sucede puede acercarnos a un tratamiento adecuado por parte de profesionales.
No dejemos que esos síntomas nos ahoguen hasta que
lleguemos a verlos como normales o como parte de nosotr@s.
Publicado:20 octubre, 2015 | Comentarios: 4
Autor: Victoria Sánchez Mújica | Categoría: Sin categoría
Un enfermo puede añadir más dolor a su situación, a través de la actitud negativa, como por ejemplo compadeciéndose de uno mismo. «Negar la realidad sólo nos hará sufrir más». Es necesario vivir en armonía con nuestra realidad, y en ella está enmarcada nuestra enfermedad. La actitud optimista y positiva ayuda al paciente, en primera persona y, a los que lo apoyan.
Hace unas semanas hice una consulta abierta, a través de dos grupos para pacientes online. He de decir que me sorprendió gratamente, la lectura de sus respuestas. Son muchos los que han logrado ver la parte positiva de padecer una enfermedad, y que incluso se veían como nuevas personas, «resilientes» ante un contexto adverso, cuyas condiciones estresantes les habían inicialmente paralizados. Se observa una actitud de aceptación, y no de resignación. Cuidado porque esta terminología da lugar a error. Con cada respuesta demostraban abiertamente sus temores, pero también su capacidad para entenderlos, para abrazarlos y nunca ocultarlos. Se han reinventado como personas que han afrontado una situación inesperada, dura, para la que han desarrollado nuevas habilidades, han descubierto recursos que no creían poseer y han contado con apoyos externos que ahora valoran enormemente. En muchas de las ocasiones incluso les ha unido más a los suyos, y juntos «sonríen a la vida» (frase que me he tomado la licencia de añadir y que mencionaron varios compañer@s en sus respuestas).
Me consta que este proceso de aceptación conlleva una gran implicación, esfuerzo y superación personal. Al leer las líneas anteriores habrá personas que no se sientan para nada identificadas, y que incluso amargamente se pregunten ¿y qué tiene de positivo la enfermedad? Es entendible que cada persona, como paciente que experimenta en sus carnes esta pérdida de salud no se encuentre a la misma altura del camino y las reacciones emocionales, por tanto, difieran entre unos y otro. Por ello, quería aclarar cómo se llega a lograr esa actitud optimista que percibí en la mayoría de las respuestas. (Aprovecho para agradecer la alta participación y la sincera colaboración con mi causa, esta página web).
Consejos para tener una actitud optimista ante la enfermedad:
1)) No adelantarse a los acontecimientos y centrar la atención en el momento presente. Buscar planes que te ayuden a salir de ti mismo a neutralizar la apatía.
2)) En asociaciones y/o grupo de pacientes hay muchas personas entusiastas, con actitudes vitales que se contagian. Puede probarlo!
3)) Aléjate de personas negativas y que te roban energía. Todos conocemos a personas que tienen consejos para todo y para nada, o que te insuflan un negativismo o cinismo, con quejas sobre todo.
4)) No te aisles. Déjate acompañar. Debemos tener momentos para nosotros y momentos para compartir, no olvidemos que somos seres sociales y ello nos beneficia.
5)) Comparte tus sentimientos gente de tu confianza. Desahógate, siéntete escuchado. No tiene por qué ser necesariamente con una persona. (véase el siguiente punto).
6)) La escritura tiene un gran poder terapéutico. Puedes escribir un diario de sensaciones (opción más intimista) o blog personal (de cara a un público, pudiendo sentir, además, ayudas a tus iguales con tus palabras).
7)) Tú te conoces mejor que nadie, sabes lo que te hace sentir bien. ¿Qué vas a hacer al respecto?
¿Has pensado en ello? Sabemos que la enfermedad nos transforma,
pero, ¿en qué nueva persona nos hemos convertido?
Publicado:12 octubre, 2015 | Comentarios: 0